La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, junto al Ministerio de Sanidad, definen al aceite esencial como un producto oloroso, generalmente de composición compleja, obtenido a partir de una materia prima vegetal, por destilación con vapor, por destilación seca o por un proceso mecánico apropiados sin calentamiento.
No es de extrañar, por lo tanto, que hayan adquirido gran importancia en nuestras vidas, puesto que tienen una variedad de aplicaciones muy amplia tanto en el mundo de las terapias como en cosmética.
Beneficios de los aceites esenciales
Aunque utilizar aceites esenciales con un fin cosmético está actualmente de moda, su origen no es reciente, sino que se utiliza desde hace miles de años en cosmética y salud. La Historia explica que ya en el Antiguo Egipto se utilizaban plantas y flores para destilar su perfume.
No solo aportan su beneficio perfumando productos cosméticos sinó que a través del sentido del olfato llegan directamente al cerebro ayudando así a mejorar nuestro estado de ánimo, también por la piel se introducen en el organismo pudiendo así aprovechar sus efectos terapéuticos regenerantes, drenantes, calmantes y muchas propiedades que potenciaran el efecto otras terapias.